Vivimos en una era caracterizada por la rapidez, la inmediatez y el «clictivismo» (activismo a golpe de click en las redes sociales y que tienen como característica negativa que no perduran), donde la paciencia parece haber perdido su lugar. Sin embargo, en este mundo vertiginoso, emergen dos elementos como valores fundamentales que marcan la diferencia entre el éxito y el estancamiento: la Constancia y la Coherencia. No solo se trata de dar un clic en las redes sociales, sino de invertir tiempo y esfuerzo consistentemente en nuestros objetivos.
La Sociedad de lo Inmediato y la Necesidad de Constancia
En la sociedad actual, estamos bombardeados constantemente con mensajes que nos instan a obtener resultados inmediatos. Queremos respuestas en segundos, gratificación instantánea y cambios inmediatos: nos prometen que podemos perder peso en una semana, ganar dinero fácil o conseguir el trabajo de nuestros sueños sin esfuerzo. Sin embargo, los logros más significativos rara vez llegan de manera instantánea: requieren tiempo, esfuerzo y perseverancia. Es en este contexto que la constancia emerge como un elemento esencial para el éxito. Los cambios duraderos y los objetivos ambiciosos requieren tiempo y dedicación y es una de las cualidades más importantes que podemos desarrollar si queremos alcanzar nuestros objetivos. Hay muchas definiciones de constancia, como la de la RAE: «Firmeza y perseverancia del ánimo en las resoluciones y en los propósitos«. Sin embargo, para mí la mejor forma de definir constancia en el ámbito de la gestión de proyectos es: la capacidad de mantener un esfuerzo continuo en el tiempo, a pesar de los obstáculos y contratiempos. La constancia no solo es la clave del cambio, sino también del crecimiento y el logro sostenible. No solo es importante para alcanzar nuestros objetivos, sino también para mantener el éxito a largo plazo. Los logros fugaces pueden desvanecerse tan rápido como aparecieron, pero lo que se construye con constancia, perdura, y nos ayudará a establecer hábitos y rutinas que sustenten nuestro progreso y nos mantengan en el camino correcto, incluso después de haber alcanzado nuestras metas iniciales.
La Coherencia: Complemento de la Constancia
Si la constancia es la fuerza que impulsa el cambio, la coherencia es la brújula que nos guía a lo largo del camino. En la búsqueda de nuestros objetivos, nos encontraremos con desafíos, obstáculos y momentos de duda. La coherencia actúa como un faro que nos mantiene en el rumbo correcto, incluso cuando enfrentamos dificultades. A través de los altibajos, la coherencia nos ayuda a mantener nuestra visión clara y a tomar decisiones coherentes con los objetivos de nuestro proyecto.
El Proceso no es una Línea Recta
Es crucial reconocer que el camino hacia el éxito no es una línea recta. Está lleno de giros, retrocesos y momentos de aprendizaje que tendremos que sortear. La constancia se demuestra cuando perseveramos a pesar de los reveses. Es fácil entusiasmarse al principio de un proyecto, pero es en los momentos de desafío donde la constancia revela su verdadero valor. Es en esos momentos cuando necesitamos recordar que los resultados duraderos requieren tiempo y esfuerzo continuo.
Hay muchos caminos para llegar a un destino, pero en toda esa ruta algunos consejos para desarrollar la constanacia y la coherencia serían:
- Establecer objetivos claros y alcanzables.
- Dividir nuestros objetivos en pequeños pasos.
- Establecer plazos para cada paso.
- Hacer un seguimiento de nuestro progreso.
- Celebrar nuestros éxitos.
- No tener miedo de pedir ayuda.
- Ser paciente.
- No rendirse.
Siguiendo estos consejos, podremos desarrollar la constancia y la coherencia tanto en el ámbito profesional de nuestros proyectos como en nuestras vidas. Estas cualidades, aunque no nos garanticen el éxito, sin duda nos ayudarán a alcanzarlo, tanto a nivel profesional como personal.
En una sociedad donde la gratificación instantánea parece ser la norma, es esencial recordar el valor perdurable de la constancia. La paciencia y la dedicación continua son fundamentales para lograr cambios reales y sostenibles en nuestras vidas y proyectos. La coherencia actúa como nuestro aliado en este viaje, asegurándose de que mantengamos nuestro rumbo incluso cuando enfrentamos dificultades. Así que, la próxima vez que nos sintamos tentados exclusivamente por la gratificación instantánea, recordemos que la verdadera recompensa viene a aquellos que perseveran con constancia en busca de un éxito significativo y duradero.